JODIDOS MUY JODIDOS

Esto está jodido. Más jodido que cuando de niño se pellizcaba de alguna manera incomprensible el escroto con el cierre del pantalón. Más jodido que ir en un bus apretando las axilas porque le da miedo que de pronto la chucha cebollera del man de al lado sea de alguna manera infectocontagiosa. Más jodido que estar en una reunión familiar y dejar escapar un fote cuando se está malito del estómago.

Si, las realidades hay que afrontarlas, DCUS tiene dos problemas: el primero, que si no se embriaga, no hay ideas; y, el segundo, que una vez están las ideas, el perroculismo es tan elevado e hijueputa que nadie las lleva acabo, y siempre esperan que otra persona haga el "trabajo", cosa que nunca se lleva a buen término (ni a ningún pereira).

El sábado pasado, pensé que se podía materializar alguna vaina; pero una llamada bastó para enterarme de que Mr Jartside se había metido una juma en horas vespertinas que lo había dejado parcialmente incapacitado; y que Joe Pino jabía pasado ese día por el doloroso procedimiento de extirpamiento de testículo, a ver si normalizaba su conteo de esperma.

La desesperanza, largas jornadas de exhaustivo onanismo, ANO llevando al límite el incomprendido sentido del post anterior, hicieron que mi escroto alcanzara algunas remotas regiones húngaras y escandinavas. Jodidos, jodidos, jodidos como un hijueputa; jodidos como un malparido.

Es necesario tomar orines?, es indispensable fotografiar mis residuos fecales?; no lo sé, pero por lo menos me divierto haciéndolo. No es mi culpa, cuando era niño viví en Velez y una ocasión me caí de cabeza en un andén de 2 metros que había frente a la casa (por dios a quién se le ocurre tamaño andén, urbanistas revuélquense en su tumba), no le conté a mi mamá porque no quería que me sometieran a otro electro-encefalograma (si, ya me habían hecho eso, tal vez porque parecía un niño down), y sin embargo ese totazo como que me generó problemas a largo plazo.

Días después, en un ágape que había en la guardería de mi hermana, me dieron ganas de hacer del cuerpo; y tranquilamente me allegué al sanitario más cercano que encontré y deje fluir mis heces con tranquilidad. Pero después...el horror. No había papel higiénico por lo cual opté por requerir a mi mamá a grito limpio en ese lugar. No se consiguió el preciado elemento. EN UNA GUARDERÍA Y NO HAY COMO LIMPIARSE EL CULO! sólo en Colombia compañeros me tocó apretar, y con la frente en alto caminar las cuadras que me separaban de la casa totalmente cagado. Este ha sido uno de los grandes traumas que nacieron en mi infancia; pues ahora me es bastante difícil acudir a un baño que no sea de mi casa. Para referir un ejemplo, en un viaje a San Andrés de 8 días, no evacué ni una sola vez el material de mi poto, a pesar de deglutir como un cerdo y de extralimitarme con las bebidas alcohólicas; sin embargo, el cofrade Joe Popo decidió compensar mi ausencia de mierda, procediendo a deponer sendas veces por día (por hora más bien, dejando el sanitario asquerosamente putrefacto).

Cuando crecí otro poco mi mamá me inscribió en unas vacaciones recreativas (eso ya fue viviendo de nuevo en Bucaramierda) para hijos de funcionarios de la Fiscalía, para ver si dejaba de ser tan retraído y me juntaba en unas actividades bien mariconas con otros niños de mi edad ("pajita en boca", "a que te toco el culito", y "donde escondo yo mi juancho"). Fue una semana de mierda, al final quedé famélico porque la comida sabía a ano; y me generó una serie de traumas subsecuentes como mi asocialidad parcial, mi odio generalizado hacia el género humano y mis incisivas crisis de hipocresía; eso aunado al crecimiento torpe y lento de mi miembro viril.

Bueno, el caso es que estamos jodidos; por ahora deberíamos volver a nombrar el blog "De chico usé supositorios", por lo menos hasta que Mr Circunside mediante prueba fehaciente, o siquiera sumaria, demuestre que está a punto de perder el prepucio, y entonces ahi si darle la cobertura que el evento se merece, que otrora se prometió y que para variar, nunca se cumplió.

suerte y miembro.